Twitter Facebook Google Plus LinkedIn RSS Feed Email

ANÁLISIS DE DOLORES SÁNCHEZ GONZÁLEZ

jueves, 27 de abril de 2017

EL MUNDO DE LOS SUEÑOS
DOLORES SÁNCHEZ GONZÁLEZ

Los sueños pueden ser aterradores, extraños e intuitivos, en ellos vemos un mundo místico, que puede presentarse como solución a nuestras obsesiones y preocupaciones.
                Baruch Elron es una artista que en su acto creativo nos revela visiones de sueños esotéricos y fascinantes, haciendo asequible la comprensión de estos. Mostrándose fiel en el cumplimiento de su obra para darnos a conocer, en ocasiones, relatos de la “Biblia” (como un exegeta arbitrario), evocando sus escenas como sucesos que están ocurriendo, o que pueden ocurrir, sobrepasando el mundo razonado para expresar por medio de símbolos los acontecimientos que se adivinan en esos sueños. Manifestaciones de su espíritu que trascribe en sus lienzos para dar a conocer esas revelaciones como una premonición.
*****
EL RELOJERO

Con este cuadro volvemos al mundo de las ensoñaciones. Se puede apreciar como flota el tiempo en el espacio, como todo se ralentiza, hasta quedar casi suspendido, obligando a observar para aprender de sus explicaciones a través de sus definiciones ilustradas. Transforma la realidad siguiendo los pasos de su propia quimera, la realidad que en este trabajo necesita comunicar de manera perentoria, como resolución final, quizás el tiempo cae gota a gota, impasible, es inútil que intentemos eludirlo, continúa sin solución llegando a deformar lo existente. Podemos ver como el tiempo se distorsiona, metamorfoseándose en un ambiente mágico, convirtiéndose en un paisaje de atmósfera enigmática. El tiempo no existe. Lo anecdótico vuelve una y otra vez, como un goteo constante y continuo, de manera rítmica; parece como si quisiera mostrarnos una realidad superior.
        Verdaderamente es un trabajo muy creativo, místico y poético que nos evoca al destino.
        En todas estas obras Baruch Elron se muestra oculto en los lienzos, y es lógico, ya que participa del visionado de las mismas, porque él está ahí como un observador curioso y cauto, para no ser descubierto. Ha pasado a otra dimensión para saber y contarnos de primera mano qué ocurrió, qué ocurrirá.
        Todo pasa en un instante, y él está preparado para franquear los obstáculos, sin importarle las dificultades que pueden presentarse, captando el hecho para posteriormente plasmarlo en sus lienzos.
*****
LA DANZA DE LAS MARIPOSAS

Casi se podría definir como la más surrealista de las que me ocupo esta obra ajena a toda preocupación titulada “La danza de las mariposas”. Aquí muestra menos símbolos, pero no por ello es menos expresivo en sus insinuaciones. En este acto de rebeldía parece querer unir la naturaleza y la humanidad mostrándose algo travieso.
        Los colores nos muestran un mundo que parece distante, ya que solo enmarca la figura principal rodeada de mariposas, mostrando indiferencia, dando un carácter esencial a la interpretación de nuestros sentidos, a la relación entre el movimiento del vuelo de las mariposas y la figura que descuidada se entrega al espectador, invitándolo a la especulación. Una obra muy abierta a múltiples interpretaciones, que puede resultar perturbadora e inquietante.
        Esta pintura no está sometida a la misma simbología que se ve en las demás, aquí es más trasgresor, quebranta la línea habitual de las otras y esta parece inacabada.
        Hay una fuerza desconocida que le lleva a otra dimensión, a otro mundo donde él se encuentra como un espectador más, testigo de los sucesos que necesariamente ocurren en determinadas circunstancias, señala siempre un lugar para después exponer el hecho, llegando al conocimiento a través de su sensibilidad, dejándose llevar por sus elucubraciones, que, activadas, abren este espacio con una magnitud de conjunto para definirnos el prodigio del que está siendo testigo.
        Baruch Elron, es fiel al impulso que siente el artista que se sabe narrador, reflejando sus experiencias de manera enigmática, misteriosa e inquietante... A veces deja al espectador en la incertidumbre de sus misterios insondables, enarbolando la bandera del significado por encima de la pintura; deja una huella en nuestro ánimo que provoca  una alteración que no se puede justificar.
*****
EL ARTISTA COMO MÁRTIR DEL SIGLO XX

...Y, en la búsqueda constante del camino, movido siempre por el afán de crear, nos ofrece su sacrificio, inmolándose como víctima eternamente errante rodeado de sus visiones. Sitúa la figura principal en el centro de la obra, entre los personajes que forman parte de su inspiración o de su martirio, como un retrato renacentista, adornados con flores de espinas, podemos apreciar la angustia en su rostro. Aquí, parece rebatir al clasicismo, la rigidez de sus normas, y hace una utilización absoluta de los signos.
*****
SODOMA Y GOMORRA

Sitúa las escenas en tiempo actual, aunque también da la impresión de que está visionado el futuro, casi como un chamán, capaz de adivinar lo que va a acaecer, y de manera resumida nos muestra actos con gravedad moralizante. Pinta un mundo que actúa y se conduce melancólico por el lienzo. Un mundo de seres fantasmales y llenos de símbolos. Un mundo pesimista como en “Sodoma y Gomorra”, donde nos muestra las ganancias de los excesos que realmente nos llevan al fracaso induciéndonos a perder lo que más apreciamos. Máscaras que ocultan los sentimientos y las verdaderas intenciones, mostrando la parte negativa que hay en nosotros. Mujeres complacientes que vaticinan nuevos encuentros. Y, la luz cegadora, que limpia y espantan a todos los demonios aclarando con el día los horrores, miedos y temores de la noche.
*****
DESPUÉS DEL PECADO

Esta obra, “Después del Pecado”, se mueve por la intuición, por el apego de la memoria como potencia del alma. Es evidente que hace referencia al pecado original, y casi la presenta como un recuerdo, está llena de alegorías, mostrando la realidad que está debajo de lo razonado, y nos referencia el anuncio del cambio. Analiza el momento como un antropólogo que estudia el medio humano.

        Eva oculta la manzana mordisqueada en la mano izquierda, mientras que con la derecha cubre el sexo del pecado, al que se ha abandonado. Parece invitar a su compañero a que le siga en su destino. Adán mira crédulo y confiado, mientras que otros ojos parecen apartar la mira de la acción, qué podemos esperar..., es cuando todo se disipa en el fondo de la escena quedando solo el instante antes del principio del fin.

 
Copyright © -2012 Azay Art Gallery All Rights Reserved | Template Design by Favorite Blogger Templates | Blogger Tips and Tricks