Sobre
la creación literaria.
Aporte
mínimo a la poética de Anchía Vindas
Juan Ángel Torres Rechy
3-8-16
Mi experiencia
literaria es pobre, querido Alexander. No tengo el bagaje que quisiera para
ofrecerte algunas palabras de interés, y no simplemente esta carta electrónica
que no encuentra un sustento en un aporte a la literatura, sino en un mínimo
gesto de respuesta al envío de tu ensayo El Lado Cóncavo-Convexo de la Creación
Literaria.
Abordas
varios puntos. Políticos, psicológicos, materiales, etc. Llevas a cabo un
recorrido por el panorama del oficio de escritor. Es cierto que muestras con
claridad tus puntos de vista, pero asimismo, en favor precisamente de uno de
tus argumentos, no pretendes coartar la opinión del lector. Tu ensayo no tiene
tanto la apariencia de una postura radical en torno a aspectos concretos de la
creación y la recepción literaria, como la de un espejo que refleja las
opciones por las que pueden decantarse los sujetos involucrados. En ese
sentido, se agradece el abanico de perspectivas que ofreces.
Me
parece de especial interés el itinerario político del ser humano. No es lineal,
sino cíclico. No está anclado a una postura de por vida. Va de un lado a otro
con la naturalidad con la que se suceden las estaciones del año: «Depende de los
influenciadores, del entorno, de con quién se relacione [el ser humano] de qué
manera se ha nutrido». Resulta de importancia la dieta cultural a la que
estamos expuestos, o con que se nos ha alimentado. No todos los elementos, por
tanto, están bajo nuestro control.
No
tenemos soberanía sobre la oferta cultural. Aunque nosotros podamos orientarnos
por los territorios de nuestro interés, siempre se colará algún aspecto
imprevisto. La trama tejida por nuestras manos no solo responde a la posesión
de una madeja específica; en cambio, hay otros hilos recogidos en otros tornos,
que suministran su materia. Así como no somos seres individuales,
autosuficientes, sino seres sociales, necesitados el uno del otro, de igual
forma no contamos ab initio con todos los recursos culturales tanto para la
riqueza interior de la propia vida, como para la producción artística.
Edificamos estas dos estructuras en menor o en mayor relación con la dieta
cultural con que somos nutridos. El mundo exterior, por lo tanto, o la sociedad,
tiene un papel inapreciable.
Propones
el arte como belleza a partir de la libertad de que disponga el artista a la
hora de abordar su empresa. En otra parte, aludes al puesto de relieve de la
reflexión sobre las preguntas más fundamentales de la vida. Todo esto lo
confrontas con un argumento del Premio Nobel Peruano: «Ya Vargas Llosa
mencionaba esta mentalidad facilona y mediocre en su ensayo La Civilización del
Espectáculo, distintos autores coinciden en señalar que estas características
de practicidad, facilidad, hedonismo, son las que marcan el norte de esta época
posmodernista.» La libertad de que disponga el autor, además, encuentra en tu
postura un complemento con otro tipo de libertad, exterior, que no enjuicia
ningún tipo de condicionamiento del artista: «La literatura y el arte son los
únicos espacios donde no debe haber prejuicios de clases sociales, de religión,
raza, tendencias deportivas y también de la política.» Tu mirada abarca el
conjunto de las circunstancias históricas.
No
puedo dejar de pensar en el nombre de tu sitio web: Sobreviviente del mundo.
Creo que de una manera indirecta aludes a él cuando reflexionas sobre las
necesidades vitales del hombre y la medida en que el oficio de escritor puede
solventarlas. Ciertamente, la escritura no encuentra su mejor sitio dentro de
este mundo que calificas como civilización del espectáculo —aunque esto permite
otorgarle el mérito de constituirse como una meta no solo para mostrar una
dimensión más humana del hombre, sino también para generar empatía: de esta
forma construye puentes hacia la sociedad—.
Propones
una «multi-dimensión circular» de la creación literaria. Está conformada por la
parte substancial, social e intimista (esta última guarda una relación cercana
con otra faceta, la espiritual.)
Me
refería a la dimensión substancial cuando abordaba la necesidad vital, de
sobrevivencia, del hombre; mientras que también me refería a la dimensión
social de una forma u otra. En cuanto a la intimista, la caracterizas como la
de la construcción de pilares espirituales que sustentarán la creación.
Explicas con transparencia el sentido de lo espiritual: «Un escritor aunque se
llame Ateo es espiritual, el ser humano es un ser espiritual, cree en el
sistema, en la ética, en la familia en su cónyuge […]» Los elementos de que
eche mano resultarán invalorables para su edificación artística. En otra fase
de la producción literaria, que ya no atañe a la obra en sí, sino a su
acercamiento por parte del propio autor a la sociedad, mediante la comunicación
de los pilares que la sostienen, se ingresa en otro territorio que has
calificado como místico.
Presentas
tus argumentos con una organización. Se agradece esa puesta al alcance de la
mano de tus reflexiones. Hacia el final, recapitulas los contenidos y los
resumes en la imagen de los lados cóncavo y convexo de una realidad en continua
transformación, en movimiento cíclico: «se regresa o se va hacia lo social, se
alcanza o se modifica lo íntimo […] En estas dimensiones se llega al vacío y se
sale de él». Todo esto conducirá a una continua transformación y crecimiento del
autor de la obra de arte.
Creo
que un mérito de tu ensayo radica en la creación de una poética. Has construido
una ventana para mirar a la autoría literaria. Desde luego, el lector puede
estar o no de acuerdo contigo. Puede suscribir algunos puntos y dejar de lado
otros. No obstante, me parece que precisamente en esto radica una parte de la
riqueza de este tipo de obras. Son construcciones abiertas, no cerradas.
Enriquecen la dieta cultural del lector y se enriquecen ellas mismas con la
dotación de sentido que les proporciona la mirada. Ponen de relieve un viaje al
silencio y al vacío del que se recogen tesoros que no pueden dejarse ocultos.
Alexander
Anchía Vindas, «El Lado Cóncavo-Convexo de la Creación Literaria», Dúnamis, xi
(enero de 2016). En línea: http://dunamitarte.com/2016/03/08/el-lado-concavo-convexo-de-la-creacion-literaria/.
Salamanca
(España)
Primavera
de 2016