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RECUPERAMOS UN ARTÍCULO DE JUAN ÁNGEL TORRES RECHY PUBLICADO EN AGOSTO DE 2016 SOBRE NUESTRO COLABORADOR HABITUAL ALEXANDER ANCHÍA VINDAS

miércoles, 1 de febrero de 2017

Sobre la creación literaria.
Aporte mínimo a la poética de Anchía Vindas

Juan Ángel Torres Rechy
3-8-16
Mi experiencia literaria es pobre, querido Alexander. No tengo el bagaje que quisiera para ofrecerte algunas palabras de interés, y no simplemente esta carta electrónica que no encuentra un sustento en un aporte a la literatura, sino en un mínimo gesto de respuesta al envío de tu ensayo El Lado Cóncavo-Convexo de la Creación Literaria.
Abordas varios puntos. Políticos, psicológicos, materiales, etc. Llevas a cabo un recorrido por el panorama del oficio de escritor. Es cierto que muestras con claridad tus puntos de vista, pero asimismo, en favor precisamente de uno de tus argumentos, no pretendes coartar la opinión del lector. Tu ensayo no tiene tanto la apariencia de una postura radical en torno a aspectos concretos de la creación y la recepción literaria, como la de un espejo que refleja las opciones por las que pueden decantarse los sujetos involucrados. En ese sentido, se agradece el abanico de perspectivas que ofreces.
Me parece de especial interés el itinerario político del ser humano. No es lineal, sino cíclico. No está anclado a una postura de por vida. Va de un lado a otro con la naturalidad con la que se suceden las estaciones del año: «Depende de los influenciadores, del entorno, de con quién se relacione [el ser humano] de qué manera se ha nutrido». Resulta de importancia la dieta cultural a la que estamos expuestos, o con que se nos ha alimentado. No todos los elementos, por tanto, están bajo nuestro control.
No tenemos soberanía sobre la oferta cultural. Aunque nosotros podamos orientarnos por los territorios de nuestro interés, siempre se colará algún aspecto imprevisto. La trama tejida por nuestras manos no solo responde a la posesión de una madeja específica; en cambio, hay otros hilos recogidos en otros tornos, que suministran su materia. Así como no somos seres individuales, autosuficientes, sino seres sociales, necesitados el uno del otro, de igual forma no contamos ab initio con todos los recursos culturales tanto para la riqueza interior de la propia vida, como para la producción artística. Edificamos estas dos estructuras en menor o en mayor relación con la dieta cultural con que somos nutridos. El mundo exterior, por lo tanto, o la sociedad, tiene un papel inapreciable.
Propones el arte como belleza a partir de la libertad de que disponga el artista a la hora de abordar su empresa. En otra parte, aludes al puesto de relieve de la reflexión sobre las preguntas más fundamentales de la vida. Todo esto lo confrontas con un argumento del Premio Nobel Peruano: «Ya Vargas Llosa mencionaba esta mentalidad facilona y mediocre en su ensayo La Civilización del Espectáculo, distintos autores coinciden en señalar que estas características de practicidad, facilidad, hedonismo, son las que marcan el norte de esta época posmodernista.» La libertad de que disponga el autor, además, encuentra en tu postura un complemento con otro tipo de libertad, exterior, que no enjuicia ningún tipo de condicionamiento del artista: «La literatura y el arte son los únicos espacios donde no debe haber prejuicios de clases sociales, de religión, raza, tendencias deportivas y también de la política.» Tu mirada abarca el conjunto de las circunstancias históricas.
No puedo dejar de pensar en el nombre de tu sitio web: Sobreviviente del mundo. Creo que de una manera indirecta aludes a él cuando reflexionas sobre las necesidades vitales del hombre y la medida en que el oficio de escritor puede solventarlas. Ciertamente, la escritura no encuentra su mejor sitio dentro de este mundo que calificas como civilización del espectáculo —aunque esto permite otorgarle el mérito de constituirse como una meta no solo para mostrar una dimensión más humana del hombre, sino también para generar empatía: de esta forma construye puentes hacia la sociedad—.
Propones una «multi-dimensión circular» de la creación literaria. Está conformada por la parte substancial, social e intimista (esta última guarda una relación cercana con otra faceta, la espiritual.)
Me refería a la dimensión substancial cuando abordaba la necesidad vital, de sobrevivencia, del hombre; mientras que también me refería a la dimensión social de una forma u otra. En cuanto a la intimista, la caracterizas como la de la construcción de pilares espirituales que sustentarán la creación. Explicas con transparencia el sentido de lo espiritual: «Un escritor aunque se llame Ateo es espiritual, el ser humano es un ser espiritual, cree en el sistema, en la ética, en la familia en su cónyuge […]» Los elementos de que eche mano resultarán invalorables para su edificación artística. En otra fase de la producción literaria, que ya no atañe a la obra en sí, sino a su acercamiento por parte del propio autor a la sociedad, mediante la comunicación de los pilares que la sostienen, se ingresa en otro territorio que has calificado como místico.
Presentas tus argumentos con una organización. Se agradece esa puesta al alcance de la mano de tus reflexiones. Hacia el final, recapitulas los contenidos y los resumes en la imagen de los lados cóncavo y convexo de una realidad en continua transformación, en movimiento cíclico: «se regresa o se va hacia lo social, se alcanza o se modifica lo íntimo […] En estas dimensiones se llega al vacío y se sale de él». Todo esto conducirá a una continua transformación y crecimiento del autor de la obra de arte.
Creo que un mérito de tu ensayo radica en la creación de una poética. Has construido una ventana para mirar a la autoría literaria. Desde luego, el lector puede estar o no de acuerdo contigo. Puede suscribir algunos puntos y dejar de lado otros. No obstante, me parece que precisamente en esto radica una parte de la riqueza de este tipo de obras. Son construcciones abiertas, no cerradas. Enriquecen la dieta cultural del lector y se enriquecen ellas mismas con la dotación de sentido que les proporciona la mirada. Ponen de relieve un viaje al silencio y al vacío del que se recogen tesoros que no pueden dejarse ocultos.

Alexander Anchía Vindas, «El Lado Cóncavo-Convexo de la Creación Literaria», Dúnamis, xi (enero de 2016). En línea: http://dunamitarte.com/2016/03/08/el-lado-concavo-convexo-de-la-creacion-literaria/.
Salamanca (España)
Primavera de 2016

 
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