Redacción
Madrid
Julio-2016
El pasado 30 de junio de 2016 tuvo lugar en el
centro Illary de Madrid la presentación del libro Compendio angélico (Mundibook, 2016), de la autora Diana Herrera,
quien reivindica a los ángeles como fenómeno universal no necesariamente
adscritos a religiones concretas, sino como posibilitadores, entre otras cosas,
del encuentro con uno mismo, en la búsqueda de determinadas esencias
supramateriales extraviadas por entre la apoteosis de superficialidad en la que
nos movemos.
Presentado
el acto por la comunicadora Francesca Simionescu, esta puso al auditorio sobre
aviso tanto de las credenciales de la ponente como del trasfondo temático que
encerraba la obra que se presentaba.
Diana
Herrera habló, entre otras muchas cosas, de una energía sutil compuesta de amor
al alcance de cualquiera predispuesto a acceder a ella, cosa que no suele
suceder por olvidársenos mirar hacia nuestro interior en busca de dicha luz.
A
decir de Herrera, tenemos muchas entradas a nuestra disposición para afrontar
el laberinto de la vida, entradas por las que hemos de optar y para cuya
elección se presenta como inmejorable ayuda la colaboración de los ángeles.
“Venimos
de una esencia de amor que hay que cultivar, no perdiéndonos en lo
material-superficial”, apuntaba la autora, que reivindicaba la conexión
angélica, para la cual hay que tener disposición, ya que estos, según
continuaba: “no tienen libre albedrío. Si no los llamamos no acuden”.
Para
conectar con los ángeles la vía adecuada es la de la meditación, que, al cabo,
es un encuentro con nosotros mismos. “Los ángeles nos ayudan a meditar”,
apuntaba Diana Herrera, que seguía: “la voz interior es la voz del ángel”.
“Nos
vamos desilusionando y entrando en crisis depresivas porque estamos
desconectados. Queremos afrontarlo todo sin acudir a esos guías espirituales
que son los ángeles”, continuaba arguyendo la angelóloga, que afirmaba que el
ser humano necesita creer en algo, circunstancia que nos ofrecería, a su decir,
la opción de los ángeles como muy adecuada toda vez que venimos de una fuente
inagotable de luz. Hay gente que tiene más presente dicha conexión.
“Lo
que entendemos como casualidades, muchas veces, son sincronicidades”, explicaba
Herrera, que recomendaba la meditativa rendición en espera de ver qué nos trae
el ángel, pues “si uno desea y pide… pueden pasar cosas mágicas”.
Tras
su ponencia, Diana Herrera compartió un largo rato departiendo y compartiendo
experiencias y opiniones con los asistentes.
Diana Herrera |
Diana Herrera 2 |
Diana Herrera 3 |
Diana Herrera 4 |
Diana Herrera y Francesca Simionescu |
Diana Herrera y Francesca Simionescu 2 |
Diana Herrera y Francesca Simionescu 3 |
Diana Herrera y Francesca Simionescu 4 |
Diana Herrera y Francesca Simionescu 5 |
Diana Herrera sonríe ante la casualidad del nombre de la sala, tan relacionado con la temática de su libro "Compendio angélico" |
Diana Herrera mostrando un ejemplar de su obra "Compendio angélico" |
Diana Herrera junto a Santiago, uno de los gestores del Centro Illary |
Panorámica de la Sala Puerta del Ángel |