Magnífico
poema de la siempre afinada poetisa argentina Beatriz Rastaldo en el número 11
de la revista Dúnamis (enero de 2016)
Roce de dos mundos
(Cañada
de Gómez-Argentina)
Tu
cuerpo de mares ajenos, regresa, siento los pasos silentes desde los túneles
rústicos del ayer.
Mi
mano, partiendo luz intenta tocarte, pero toco lo intangible. Aire o la nada.
Creo
sentir vida en mi mirada de hiedra, creo ver la muerte en tu mirada de verano.
Un
jinete de terciopelo cabalga mi universo, se cruza, intrépido, en la quietud
ciega, lenguas de plata y cobre rasgan el cielo que me atrapa.
No
sé si sos vos, la noche me ahoga confundida.
Ya
no veo los cristales verdes soñando libertades.
Siento
el silencio.
Siento
la ausencia.
El
vacío pesado.
Creo
que estoy viajando al impenetrable muro de tu mundo.
Creo
morir.
Pero
la primera hoja suicida del otoño, roza mi piel casi fría.
Me
despierta.
El
alba ilumina los rincones cercanos.
Estoy
viva.
Hoy
será otro día… Distinto… Me vestiré de mí Sabiéndote.